Vando es el perro que me regalaron aproximadamente hace un año y poco. Es un husky siberiano de raza pura, gris con el lomo blanco y los ojos de diferente color, azul y gris. Ha recibido una estricta educación por parte de mi familia, pero también mucho cariño. A mi madre no le gustaba, pero ahora le quiere casi más que a mi padre.
Duerme en mi habitación, bajo la cama, en un colchón y con mantas. Es muy inquieto y a veces, sobre todo cuando hay tormenta y se pone nervioso, se cuela en mi cama gimoteando. Todavía es chico, pero tiene mucha fuerza y energía que consume corriendo por el jardín de un lado para otro y cuando le saco a pasear.
Recuerdo que cuando me lo regalaron a penas era una bola de pelo metido en una caja cubierto de mantas. Solo asomaba el morrito tímidamente y casi no habría los ojitos. Se tambaleaba al caminar, y una noche que me dejé la puerta abierta se calló por las escaleras. No se hizo nada, pero vaya susto que nos dio.
Es muy juguetón y travieso. Se cuela en la cocina por las mañanas para que le de de comer tostadas y Iraya siempre le regaña. Pero no hay manera. Por las tarde cuando paseo con él siempre me arrastra a un parque a correr. Pero no me puedo quejar.
Con la separación de mis padres muchas veces me encerré en mi cuarto llorando y recuerdo como Vando se sentaba delante mío y se aproximaba poquito a poco como que no quiere la cosa hasta que apoyaba el hocico en mi rodilla y yo le daba un abrazo. Parecía y parece el único que me entiende y muestra un poco de sentimiento y afecto hacia mi. No se, es un perro pero parece hasta entenderme mejor que mis padres (que raramente me escuchan, que no oír)
Cuando le regaño me pone morros. Si, si, como cuando los niños chicos te miran con carita triste, igual. Es pequeño, pero anda que no sabe. Cuando hace algo mal se esconde detrás del sofá y esconde el morro entre las patas. A mi me puede. Solo cuando estoy alterada o realmente enfadada es cuando le grito. Mi madre no, ella le riñe a menudo, y Nerea, la que limpia la casa.
Con papa no se lleva muy bien a pesar de que fue él quien me lo regaló. Pero es comprensible ya que no viene a casa. Solo le ve cuando paseamos, o cuando nos vamos de vacaciones. Aun así es raro porque suele ser amistoso con todo el mundo. Incluso con los gatos. Yo diría que hasta le asustan.
Es mi perro, el que siempre he querido desde pequeña y no se que pasaría si le pasase algo.
¿A que es mono?